martes, 17 de julio de 2012

Banana bread / Bizcocho de plátano

¡Hola de nuevo, mentachocolateros! Como muchos sabéis, este verano estoy en Francia, trabajando como au-pair con una familia inglesa. Es la segunda vez que paso un verano au-pair y entre las muchas ventajas que le encuentro, la gastronómica es la que más viene a cuento comentar aquí :P Viajar es descubrir y descubrirse, y cualquier manera es buena. Pero vivir un tiempecillo con una familia te da una perspectiva bastante auténtica de las costumbres de un lugar. Y en cuanto a la comida y a los ritos que la circundan en cada cultura, descubrir eso es apasionante.

Yo llevo ya un mes con esta familia y estoy aprendiendo muchísimo, apreciando las diferencias entre sus horarios y los míos, lo que para ellos son productos básicos y para mí no y viceversa, la diferente manera de entender “comer juntos”... etc. Y de paso, cómo no, aprendiendo recetas nuevas. Lo que hoy traigo es algo que nunca pensé que haría ni que probaría: bizcocho de plátano.
Quien me conoce sabe que NO me gusta el plátano. El sabor más o menos lo llevo bien, pero la textura del plátano... No puedo. Y sin embargo ahora me he tenido que auto imponer una orden de alejamiento porque como pase por delante del bizcocho, cae un trocito. Es DELICIOSO.


INGREDIENTES

125gr de mantequilla
180gr de azúcar moreno
350gr de plátano machacado (unos 4 plátanos medianitos, a ser posible un poco pasados)
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de canela
250gr de harina
¾ de cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de levadura
3 cucharadas de leche templada

PREPARACIÓN
  • Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos un molde rectangular (como otras veces he dicho, incluso mejor que engrasar el molde es forrarlo de papel de horno, o engrasar solo las paredes laterales y poner en la base un rectángulo de papel de horno).
  • Mezclamos la mantequilla, que habremos sacado a temperatura ambiente un rato antes, con el azúcar.
  • Añadimos los plátanos y batimos.
  • Añadimos los huevos, la vainilla, la canela y una pizca de sal. Batimos.
  • Tamizamos la harina con la levadura y volvemos a mezclar.
  • Diluimos el bicarbonato en la leche calentita y añadimos a la mezcla.
  • Batimos por última vez y ponemos la masa en el molde.
  • Estará en el horno unos 50-55 minutos, o cuanto indique “El Pincho” (ya sabéis, si metéis un palo de madera / pincho en el centro, hasta el fondo del molde y sale limpio, es que la masa está cocida).
  • Esperamos unos 10 minutos antes de desmoldar ...et voilà!



Hay solo una cosa más deliciosa que este bizcocho, y es el olor de este bizcocho cuando lleva media horita en el horno. Mmmmmm... Inundaba toda la casa.


¿Qué tiene de bueno esta receta? Que es una idea perfecta para aprovechar los plátanos que se van poniendo malos, esos que están más negros que el tizón y tu madre te dice “comételo, que eso no le hace!”, pues bien, en este bizcocho pasará desapercibido que estén un poquillo blandengues, y de hecho es mejor. Eso de aprovechar las cosas que se van poniendo malas es muy abuelístico pero oye, muy práctico.



lunes, 9 de julio de 2012

El reto de los 100 "me gusta": Canelones de paté


¡Por fin! Lo prometido es deuda, cumplimos el reto de los 100 “me gusta” en Facebook y con un mes de retraso anuncio que NO, no he muerto, ni estoy a dieta, ni he abandonado el blog: solo es verano, estoy trabajando como au-pair y desgraciadamente no tengo la misma disponibilidad que antes :( . Una parte de mí se siente culpable, pero este proyecto requiere tiempo (no solo tengo que sentarme a escribir, sino hacer las recetas, las fotos, editarlas y subirlo todo al blog) y es normal que se adapte a mi ritmo de vida. Pero tengo muy claro que no lo quiero abandonar*. :)


Como iba diciendo, la página deFacebook de Menta con chocolate ya tiene más de 100 fans, muchos de ellos son personas desconocidas, externas a mi grupo de amigos/familiares, y eso lo hace aún más emocionante. A finales de mayo hicimos una votación para elegir la próxima receta y tras un par de sustos, la receta elegida fue la de hoy: CANELONES. Digo un par de sustos porque hubo quién propuso que repitiera el famoso arroz duro que cociné en un campamento (esa anécdota la contaré algún día, es mítica), y porque a última hora, cuando quedaba poco tiempo para cerrar la votación, a alguna cabecita pensante un poco novelera como yo se le ocurrió que podría hacer macarons... Cosa que estoy deseando, que conste, ¡¡pero no me sentía preparada!!

Así que canelones... Recetas de canelones hay muchas. Pero si tengo que elegir una, los primeros canelones que quiero que aparezcan en mi blog son estos, los de mi casa de toda la vida. Canelones de paté... Madre mía, cómo están. Lo que más me gusta de esta receta es algo externo a la receta en sí, y es que en mi casa este plato es una especie de amuleto, un símbolo, ya que por alguna extraña razón lo hacemos solo en circunstancias especiales, cuando hay algo que celebrar, o cuando estamos todos juntos después de mucho tiempo. Espero que a vosotros también os genere ese tipo de sensación tan positiva. Comer con la familia, sentarse en torno a una mesa con un plato que todos consideran sabroso y especial... es algo único (¿se nota que estoy un poco homesick?).

INGREDIENTES (4-5 personas)

25 placas de canelones
mantequilla / margarina
3 latas pequeñas de paté o una y media de las grandes (a mí me gusta La Piara, pero poned vuestro favorito)
Queso para gratinar

Para la bechamel:
1 litro de leche
6 cucharadas soperas de maizena
Sal
Nuez moscada
Pimienta blanca molida

PREPARACIÓN
  • En una olla grande ponemos agua a hervir con un chorrito corto de aceite y vamos echando las placas una a una. Las sacamos cuando estén flexibles pero no super blandengues (o el tiempo que indique el fabricante, que muchas veces lo indican).
  • Pasamos las placas por un bol con agua fría para poder manipularlas pronto y las extendemos todas sobre un paño, unas junto a otras.
  • Engrasamos una bandeja de horno con mantequilla o margarina.
  • Ponemos un poco menos de una cucharada de paté sobre cada placa y la enrollamos sobre sí misma. Colocamos los canelones ya rellenos en la placa, unos junto a otros.
  • Para hacer la bechamel, se calientan 600 ml del litro de leche, mientras los otros 400 se dejan fríos o a temperatura ambiente.
  • Desleímos la maizena en la leche fría mientras se calienta el resto de la leche en un cazo. Una vez que la maizena esté bien disuelta, podemos añadirla al cazo y echar una pizca de sal, la nuez moscada y la pimienta blanca.
  • Sin dejar de remover para que no se hagan grumos, tendremos la mezcla a fuego muy lento durante unos minutos hasta que cambie el espesor y haga “plop plop” un par de veces. La bechamel tiene que ser más cremosa que una salsa pero más líquida que un yogur.
  • Cubrimos los canelones, que están esperando pacientemente en la bandeja, con la bechamel. Añadimos unos pocos “pegotitos” de mantequilla o margarina que se dorará en el horno y queso para gratinar a placer (=mucho, en mi caso).
  • Metemos solo a gratinar, ya que todo está ya cocinado, unos 5 minutos a 160ºC.
  • Y aquí los tenéis:



No voy a mentir, son una bomba (pasta = carbohidratos, paté, queso y mantequilla = lípidos), por lo cual los recomiendo como almuerzo, no como cena. A lo mejor por esto en mi casa los reservamos para grandes ocasiones, mmmm, claro, porque si no íbamos a estar todos orondos orondos...

Gracias por leerme y como siempre, animaos. Si yo he podido, cualquiera puede ;)


*BONUS: La razón por la que hoy me he dicho “de hoy no pasa que actualice el blog” ha sido un mensaje que me ha puesto mi hermana pequeña, que está de monitora en un campamento:
“Ha venido una monitora nueva este año q hizo la tarta 3chocs de tu blog ;) xq la buscó n google y de todas fue la que + le gustó!!”
Este mensaje me ha hecho reflexionar acerca del espíritu con el que nació el blog. Me encanta cuando mis amigos me comentan que han probado alguna de mis recetas y han salido bien, me alegro mucho por ellos y un poco también por mí ;) Pero saber que hay gente que no me conoce, que no debe nada y me da ese voto de confianza... buff. Es muy bonito. Y encima que este caso haya sido con esa tarta, la tres chocolates, que para mí fue como un bache que superar y un post del que estoy especialmente orgullosa... Bueno. No conozco a esa chica, pero ya le doy las gracias por haber confiado en mí y por haberme recordado por qué hacía esto. Me voy a esforzar porque no decaiga el ritmo de posts ni siquiera en verano. ¡¡¡Que tenemos que comer todo el año!!!